Al final del agüacero,
en la desolación de la calle,
con la visión de nuestros rostros compungidos
y el dramático desorden que nos aqueja,
acostumbrándonos a todo.
en la desolación de la calle,
con la visión de nuestros rostros compungidos
y el dramático desorden que nos aqueja,
acostumbrándonos a todo.
6 Comments:
Indonésico.
Abrazo,
AAB
no me gusta eso de acostumbrarse a todo... aunque el corazón se sienta desolado
saludos
El aguacero... Ese mismo... Nos tenemos que acostumbrar sí o sí.
Un saludo
Aprovechando la concurrencia de tres de mis comentaristas favoritos, a propósito del comentario de Amanda; y venciendo mi reticencia a explicar, creo que debo hacer una aclaración: No escribo para decir como deberían ser las cosas; escribo tratando de mostrar como las cosas son. A veces no lo logro, otras sí, pero en el fondo, trato de tomar fotografías emocionales.
M.M.
Ando de sapeo por los blogs que iran a la fiesta y me encontre con esto que escribiste.Aunque tratemos con todas nuestras ganas de que esto no suceda siempre terminamos igual,acostumbrandonos a todo.
Si lo logras, claro que lo logras y maravillosamente. Y me permito, con humildad, decirte que conserves la reticencia a explicar, cuidala como un tesoro preciado y asi seguiran aflorando tus bellas palabras
sigo a la espera de nuevas fotografías emocionales
un fuerte abrazo
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