Wednesday, April 12, 2006

Semana Santa

Viernes Santo.

Me enveneno con carne
y un concierto para cello y piano;
mortalmente parecidos:
mi amada y yo nos deshacemos de este enorme cordón umbilical.

Y en la calle todos palidecen y trafican
pero voy sulfurado pidiendo limosna, robando,
sin poder agradecer.
Busco compañía con seres que perdí;
borracho para calmar el dolor
y el ancia de matar.


Sábado Santo.

Apaciblemente desangrándome,
lamiéndome las heridas,
traicionado tres veces,
mi ternura arrebatada y yaciendo entre los muertos.


Domingo Santo.

Resucitado:
De vuelta a la vida, con el mismo hastío, desengañado.

8 Comments:

Blogger Arlene Griselle said...

HA sido un placer leerte.

besos y abrazos

8:55 PM  
Blogger duberbal said...

Mejor hubiera sido no resucitar.

10:28 PM  
Blogger Pipiolex said...

No me hubiera esperado nada mejor.

Un saludo en este domingo de resurreción

9:05 AM  
Blogger Mary Rogers said...

resurrección a medias; la esperanza se perdió el jueves

Un abrazo

9:43 PM  
Blogger . said...

Muy bueno el escrito.
Un saludo.
bohemiamar.

12:57 PM  
Blogger aguirrebello said...

¿Y con algún huevito de chocolate, al menos?

Abrazo,

AAB

6:06 PM  
Blogger Andrea Brandes said...

Resucitamos cada vez que despertamos en la mañana.
Me impresionó tu poema.
Te acuerdas de Piazzola?
"renaceré, renaceré, renaceré...
y una gran voz extraterrestre me dará
la fuerza antigua y dolorosa de la fé
para volver, para creer, para luchar
tendré un clavel
de otro planeta en el ojal,
porque si nadie ha renacido....
yo podré!
Mi Buenos Aires
siglo trienta, ya verás, renaceré, renaceré, renaceré!!!!

6:50 PM  
Blogger Claudia said...

si eso es así no quiero resucitar,
me gustan mis propios renaceres, son amables y amorosos, amarillos como este otoño que llega lento
un abrazo

9:11 PM  

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