Trilogía Negra

La furia tenebrosa
de tus hospitales
el paso desvencijado de tus seguidores
la aparente finura de tus modales:
como si quisieramos algo
de tu arte doloroso.

En los espacios vacíos
donde habitas desconocida
se abren, espeluznantes,
oxidados metales
y ocho millones de personas
sudamos frío
y tiritamos desconcertados.

Encerrado bajo las amenazas de los huérfanos
para amanecerme buscando un arresto.
Admirado del poder que detenta,
succionado por los desórdenes.
Todo lo que te hablaría
("a dentelladas rojas y calientes")
quizás me esperaran días más tiernos,
aunque nada ayuda a mi fe.